Mi primera vez

La primera vez que vi nevar

Corría el invierno del año 2006, yo tenía un año. Iba de viaje con mi padre, en el coche. Según me cuenta, hubo un accidente de tráfico y la carretera se paralizó durante unas horas.

Mientras esperábamos, supongo que mi padre intentó entretenerme para que no me echara a llorar. El accidente parecía grave.

Aquel día fue uno de los más maravillosos de toda mi corta vida. Comenzó a nevar. Cayó un copo, luego otro y luego otro. Yo, que casi no llegaba a la ventanilla, alargué mi cuello todo lo que pude, y, con sólo un año, vi uno de los fenómenos más bonitos del mundo.

Un brillo se encendió en mis grandes ojos castaños. Mi padre también me miró sorprendido, con un alegre y a la vez preocupado suspiro. No sabía cuánto tiempo nos llevaría salir de aquel atasco... Ni cuánto más tiempo estaría entretenida.

Mientras mi padre pensaba, yo me lo estaba pasando genial con tan sólo mirar el cielo blanco.

Reí, mientras este recuerdo se guardaba en mi cabeza para siempre.